ETS JPB Bestiaux > Raza charolesa

La raza charolesa

La charolesa es una raza rentable y fácil de criar, que produce una carne de muy alta calidad reconocida a escala internacional. Esta especie bovina rústica es originaria de la región de Charolles, en Borgoña. El ganado charolés es de gran tamaño y presenta un característico pelaje de color blanco o crema liso. El esquema de selección hace avanzar la raza con el objetivo de mejorar el rendimiento de los ejemplares y optimizar los costes de producción para los criadores.

Descripción de la charolesa

Morfología

El estándar de la raza describe las características morfológicas comunes a todos los miembros de una misma población animal. La siguiente lista presenta algunas de las características de la raza charolesa:

  • una capa de pelo semilargo de color blanco o crema uniforme (sin manchas);
  • mucosas de color blanco tirando a rosa;
  • cuero flexible de grosor medio;
  • cuello corto con una ligera papada;
  • cabeza moderadamente pequeña con frente ancha, cuernos redondos, alargados y blancos, ojos grandes y salientes, y mejillas firmes;
  • extremidades cortas, bien aplomadas y no excesivamente delgadas;
  • pecho profundo y costillas redondeadas, hendidas junto a los hombros;
  • espalda muy musculosa, lomos gruesos, caderas anchas y ligeramente hundidas, grupa redondeada y descendida;
  • cola alargada, que no sobresale demasiado y termina en un mechón de pelo fino.
    .

Son animales de gran tamaño, de entre 135 y 150 cm. Las hembras pesan entre 700 y 1100 kg, y los machos entre 1000 y 1650 kg.

Aptitudes

Las vacas charolesas tienen grandes aptitudes maternales y garantizan un ternero al año, con un porcentaje de gemelos de alrededor del 4 %. Su excepcional fertilidad, con una tasa de gestación del 92 %, hace que sean muy valoradas por sus cualidades reproductivas. El parto es generalmente fácil, incluso para las novillas. La charolesa también es la más lechera de las razas de carne. Su producción de 7 litros de leche diarios garantiza que el ternero crezca 1000 g/día.

Particularidades genéticas

Existe una mutación en el gen de la miostatina que le aporta el rasgo culón. Estos animales presentan una mayor masa muscular, pero también son menos fértiles y tienen dificultades para parir. Aunque esta característica se tolera en la raza charolesa, es poco recomendada debido a los problemas de distocia (parto complicado) que conlleva.

El color claro de la charolesa también está vinculado a una mutación genética. Como resultado, tiene lugar una disminución de la concentración de pigmentos. Esta característica es específica de la raza y, por lo tanto, puede utilizarse como un marcador de filiación.

El síndrome de artrogriposis-palatosquisis (SAP) era una enfermedad genética frecuente en la década de 1970, pero que está desapareciendo en la actualidad a través de la selección. Afecta a los terneros, que nacen con las articulaciones rígidas y el paladar hendido, lo que les impide mamar y les provoca la muerte.

Historia de la charolesa

Orígenes

El origen de la raza charolesa no está claro, pero muchas leyendas compiten por determinar su procedencia. Para algunos, llegó desde Europa central durante las grandes invasiones. Para otros, fueron los albañiles lombardos los que introdujeron esta especie bovina cuando fueron a construir las iglesias románicas a la región de Borgoña. Los científicos también sostienen versiones divergentes. Se ha debatido sobre posibles orígenes en el Jura francés, así como germánicos, romanos y orientales. Aunque su ascendencia exacta sigue siendo incierta, finalmente sí que se ha probado que ha estado presente en Saona y Loira, cuna de la raza, durante largo tiempo.

La transformación de un animal de tiro

Estos animales se utilizaban para trabajos de tiro y, a la edad de 6 o 7 años, se vendían a cebadores, que los engordaban antes de venderlos a los carniceros. La crianza de ganado bovino comenzó en el siglo XVII y su comercialización se inició en París a mediados del siglo XVIII. En aquella época, las diferentes provincias ya tendían a especializarse según sus configuraciones geográficas y climáticas. Más adelante, la crianza de ganado se incrementó gracias a la reducción de los impuestos y los derechos de paso, y al desarrollo de redes de carreteras, que facilitaban los intercambios y el comercio.

La race charolaise : histoire de la race charolaise

El dominio del modelo inglés

A principios del siglo XIX, la producción de ganado charolés se extendió a Nièvre, donde algunos criadores optaron por realizar cruces con la raza durham, de procedencia británica. La agricultura estaba más avanzada allí y los animales estaban mejor constituidos. Sin embargo, a medida que avanzaba la hibridación, los animales perdían su rusticidad y su carne se volvía mucho más grasa. Como consecuencia, la mejora de la raza mediante estos cruces se abandonó hacia 1850.

El auge de la charolesa

Posteriormente, la mejora del nivel de vida, la aparición de las ferias y los avances técnicos permitieron un aumento considerable de la productividad. El uso mixto de la raza para el trabajo y la producción de carne la hizo evolucionar de forma progresiva. No obstante, las dos guerras mundiales y el éxodo rural afectaron a los patrones de producción. La agricultura se tornó intensiva y mecanizada. De raza mixta de carne y trabajo, la charolesa pasó a ser una raza exclusivamente cárnica, cuyo auge despegó en la década de 1950.

Usos

La race charolaise : utilisations des bovins de race charolaise

Crianza fácil

Al ser una raza resistente, la charolesa es muy fácil de criar. Con una gran capacidad de adaptación a los condicionantes ambientales, utiliza perfectamente sus reservas de grasa cuando lo necesita y puede así acostumbrarse a entornos muy diferentes. Las cualidades de crianza de la raza, reconocidas en todo el mundo, también están ligadas a su capacidad para aprovechar los forrajes gruesos. Otra de las principales ventajas de esta raza es su docilidad. Su temperamento tranquilo garantiza comodidad y seguridad para el criador.

Carne

Raza cárnica por excelencia, la charolesa produce una carne tierna y poco grasa con un sabor delicadamente veteado. Es solicitada por su inigualable capacidad de crecimiento: 1,1 kg/día durante los primeros 120 días y unos 2 kg/día durante el periodo de engorde. Su ingesta es óptima, con un índice de consumo que, no obstante, es inferior a la media. La carne se comercializa en distintas variantes: buey, novillo, vaca cebada y novilla pesada. Sin embargo, en Francia los animales no se engordan mucho, sino que se utilizan para obtener terneros de recría de 8 a 12 meses que se exportan a Italia o España.

Cruces

Los toros se utilizan ampliamente en los cruces para mejorar la carnosidad de los terneros, especialmente los de razas lecheras. Como consecuencia, su potencial de crecimiento se incrementa en un 10 %. La charolesa se exporta al extranjero y se cruza con vacas autóctonas para aumentar el rendimiento de los rebaños, desarrollando su constitución cárnica. También se han creado nuevas razas (charbray en Estados Unidos y canchim en Brasil). Los toros premiados son, sin duda, los animales más buscados.

Selección

La fusión de dos libros genealógicos distintos

El libro genealógico de esta raza se creó en 1864 gracias a la Sociedad de Agricultura de Nièvre, con el objetivo de preservar la pureza de estos animales y planificar su mejora. Sin embargo, no todas las vacas listadas eran blancas, ya que algunas conservaban restos de cruces con durham. Los criadores de la cuna de la raza acogieron con desconfianza este primer libro genealógico de Nièvre. En 1887, la Sociedad de Agricultura de Charolles se asoció con el Consejo General de Saona y Loira para crear el «Libro genealógico de la raza bovina charolesa pura», cuyo adjetivo final denunciaba explícitamente los cruces. La fusión de ambos tuvo lugar en 1920 y dio lugar a la aparición del actual libro genealógico charolés.

Esquema de selección

Desde finales del siglo XIX, las cualidades cárnicas de la raza se optimizaron con la aparición de los concursos. En el siglo XX, los aspectos económicos adquirieron una dimensión importante. Se desarrollaron técnicas de mejora genética como la inseminación artificial y los trasplantes embrionarios. El libro genealógico determina cuáles son los mejores reproductores estudiando muchos datos y características esenciales, que se seleccionan en consecuencia para enriquecer la raza. Los toros se clasifican aún más rigurosamente, porque no hay necesidad de tener un gran número de ejemplares para fecundar a las hembras. En el momento del destete, los machos jóvenes de calidad se crían en condiciones similares en estaciones de testaje. Se comparan sus resultados y su crecimiento y se conceden títulos a los mejores.

La race charolaise : la sélection des bovins de race charolaise

Perspectivas

Hoy en día, el principal objetivo de la selección es mejorar el proceso de parto para reducir la necesidad de cesáreas y la asistencia manual. La fertilidad, la producción de leche y el crecimiento son, sin duda, algunas de las muchas ambiciones asociadas a esta raza. Algunos criadores también están buscando desarrollar una línea sin cuernos para limitar el riesgo de lesiones. Asimismo, varios programas de investigación están trabajando en el desarrollo de nuevas herramientas, tales como marcadores genéticos.

El futuro de la charolesa

La charolesa es la primera raza de carne de Francia y Europa, y representa alrededor del 20 % de la cabaña ganadera francesa. Su capacidad de adaptación a todos los climas le ha permitido desarrollarse en muchos países (en Sudamérica desde 1950 y en Norteamérica en la década de 1960). Su progresión continúa en África, para el cruce con razas autóctonas, y también en Asia y Oceanía.