La raza limusina
Raza cárnica por excelencia, la limusina pertenece a la rama de ganado bovino rubio del sudoeste francés. Es ampliamente reconocida por la calidad del sabor de su carne. Como su propio nombre indica, es originaria del Lemosín, al oeste del macizo Central francés. Conocida por su rusticidad, también se utiliza en cruces con otras razas para obtener una mejora genética de los terneros. Aunque esta especie bovina podría haber desaparecido, los esfuerzos de selección y la creación del libro genealógico han contribuido en gran medida a su desarrollo. Símbolo de identidad francés, la limusina goza actualmente de gran éxito y se está expandiendo por todo el mundo.
Morfología
Un perfil muy característico
Reconocible por su pelaje marrón liso (también conocido como trigo intenso), presenta un tono más claro bajo el vientre, así como en el hocico y en el contorno de los ojos. No tiene manchas y sus mucosas son de color rosa claro. Es una vaca de gran tamaño, que mide 135 cm de altura a la cruz y pesa 750 kg. El toro, por su parte, mide 145 cm y pesa 1100 kg. Aunque tiene una cabeza más bien corta, al igual que el cuello, cuenta con una frente y hocico anchos. Sus cuernos son finos y están arqueados hacia la parte delantera, con extremos ligeramente elevados. El pecho y la pelvis son compactos y las caderas, poco prominentes.
Aptitudes diversas
La limusina se caracteriza por su extraordinaria fertilidad. También posee excelentes cualidades maternales, acompañadas de un parto fácil. Muy resistente, se adapta a condiciones difíciles y puede pasar fácilmente todo el año en exteriores. De hecho, se desarrolló en un suelo granítico pobre con un relieve que alcanzaba los 1000 m de altitud. En cuanto a su carácter, es una especie menos dócil que la charolesa.
Historia y orígenes de la limusina
Antepasados prehistóricos
Las pinturas rupestres descubiertas en las cuevas de Lascaux, en la Dordoña francesa, son una prueba de la presencia de ganado bovino alrededor de 20 000 años a. C. en esta zona. Ya entonces, estos animales se habían adaptado a los paisajes montañosos y a las altas amplitudes térmicas de la región occidental del macizo Central. Las heladas son frecuentes en esta zona y los períodos de nieve son comunes. Estos factores, probablemente junto con la desmineralización del suelo, dieron lugar a una raza resistente con una estructura ósea delgada pero extremadamente sólida.
Uso agrícola
Las primeras pruebas escritas de su existencia datan de finales del siglo XVIII. Los bueyes se utilizaban entonces como animales de tiro para aligerar el trabajo agrícola. Solo se consumían los animales viejos; los más jóvenes se explotaban para la agricultura. Turgot, intendente de la Generalidad de Limoges, fue quien promovió el comercio de animales de abasto y lo extendió a las principales ciudades francesas. No obstante, el valor de esta especie bovina en los mercados franceses no fue confirmado hasta 1791 por Jacques-Joseph Juge de Saint-Martin, agrónomo lemosín.
Intentos de perfeccionamiento
A mediados del siglo XIX, la agricultura francesa fue objeto de un episodio «durhamista». Los criadores acomodados trataron de cruzar una raza británica, la durham, admirada por la burguesía, con la limusina. Sin embargo, la Sociedad agrícola de Limoges se opuso a estas prácticas. También fomentó la selección de animales que se ajustaban a las características limusinas para mantener sus aptitudes y su excelente adaptación al medio. La política general tendió a fomentar el desarrollo de esta rama mediante bonificaciones destinadas a recompensar a los criadores que conservaran a los toros más hermosos. De este modo, los mejores reproductores, poseedores de un gran valor genético no se sacrificaban por falta de rendimiento. El ganado inglés también fue excluido de los concursos a finales de la década de 1860. Posteriormente, la mejora de la calidad y la productividad de los prados hizo posible que la masa corporal del ganado aumentara con la introducción de plantas forrajeras y los fertilizantes sintéticos. Las propiedades gustativas de la carne de esta especie empezaron a ser reconocidas poco tiempo después y le han valido el título de mejor raza europea en varias ocasiones.
La creación del libro genealógico limusín
Los esfuerzos de selección realizados por algunos grandes propietarios permitieron mejorar de manera significativa esta categoría bovina. En 1886, Achille Caillaud obtuvo el Premio de Honor del concurso general de París en la categoría de todas las razas con su toro limusín. En 1889, fue Charles de Léobardy quien ganó el Gran Premio de Honor con todo un rebaño. Las características excepcionales de estos toros atraían a los criadores para hacer que estos machos premiados cubrieran sus vacas. Los primeros registros de los animales se establecieron en estas grandes propiedades. Como resultado, se creó el libro genealógico de la raza limusina. Sus estatutos fueron depositados en la prefectura en 1886. Este documento censa todos los animales reconocidos como pertenecientes a la raza. Al igual que ocurre con los pedigrís, contiene información sobre la genealogía de cada animal. La institucionalización del libro genealógico por parte de la élite burguesa, la práctica habitual de la aparcería por los pequeños agricultores, interesados también en los concursos, y, por último, el desarrollo de las ferias fueron criterios que contribuyeron a la promoción de la raza limusina a partir del siglo XIX.
Hacia el reconocimiento mundial
La raza limusina atravesó un período difícil como consecuencia de las dos guerras mundiales. La reorganización del libro genealógico en 1923 no permitió un aumento real de los ejemplares. Durante 1962, se planeó incluso combinarla con otras razas rubias del sudoeste, coincidiendo con la formación de la blonda de Aquitania. La oposición de los criadores a la desaparición de la limusina salvó esta raza. Posteriormente, el número de animales aumentó considerablemente y su carne invadió los estantes de las carnicerías francesas. Hoy en día, esta dinámica continúa con un desarrollo muy importante.
Usos
Carne
Fina, tierna y delicadamente veteada, la carne limusina tiene poca grasa. Sus características están estrechamente relacionadas con su pasado como animal de tiro. Ofrece una gran proporción de piezas nobles, una canal con un 75 % de músculo y una calidad gustativa excepcional. La popularidad de la raza también se explica por el hecho de que los animales pueden utilizarse a cualquier edad (ternero lechal, vacuno joven de menos de un año, novilla, vaca cebada, etc.). También fue la primera raza francesa en recibir la etiqueta roja, sello oficial que certifica su alta calidad. En la actualidad existen tres etiquetas de este tipo, agrupadas bajo la marca Blason Prestige :
- carne de vacuno limusín,
- limusín júnior (28 meses como máximo para las hembras y 18 meses para los machos),
- ternero de granja limusín, alimentado con leche materna.
Aptitudes maternales
Su facilidad en el parto, su fertilidad y sus resistentes cualidades de lactancia hacen de la limusina una vaca muy buscada por los criadores. Al criarse fuertes y saludables, sus terneros gozan de un rápido crecimiento. Las cesáreas son excepcionales, lo que limita en gran medida los costes veterinarios. Además, en torno al 92 % de los partos tienen lugar sin ayuda. Estos criterios facilitan mucho el trabajo de los agricultores.
Cruces
Esta raza se utiliza mucho para realizar cruces, puesto que los toros aportan a los terneros su potencial genético para la producción de carne. Así, la limusina permite perfeccionar las características de las razas lecheras o locales mejorando su desarrollo muscular para lograr un mejor rendimiento. De esta manera nacieron la tulim y la brahmosín, a partir del cruce de la limusina con la tuli y la brahman, respectivamente.
Selección
Controles rigurosos
El libro genealógico ofrece una garantía real del pedigrí de los animales reproductores. Esta base permite mejorar la ganadería de la raza limusina gracias a unos criterios de selección extremadamente precisos. El pelaje de los animales es un elemento muy importante para los comisionados. Su severidad les valió el apodo de «naz négreis» (narices negras), debido a su inflexibilidad en cuanto a la presencia de manchas negras en el hocico del animal. El esquema de selección, tal como se aplica hoy, se estableció de forma progresiva. El propósito principal es identificar a los toros más conformes, con el objetivo de difundir sus características al resto del censo ganadero.
Selección de hembras
Las vacas se revisan en la granja para registrarlas posteriormente en el libro genealógico. Las condiciones de parto y los datos sobre la morfología de los terneros se transmiten al INRA (Instituto Nacional de Investigación Agronómica de Francia), que realiza un cálculo complejo, incluyendo los datos sobre el entorno y las condiciones de cría, para estimar el valor genético del ejemplar en cuestión. Estos valores, conocidos como índices, se utilizan para comparar los animales entre sí. A continuación, las hembras que presentan los mejores índices son examinadas por técnicos del libro genealógico que las puntúan según su morfología. A las mejores vacas se les otorgan las calificaciones de Reproductora reconocida o de Reproductora recomendada con el fin de identificar los aspectos de mayor rendimiento.
Selección de machos
Los machos, por su parte, son objeto de un sistema de clasificación aún más complejo, dado que la necesidad de ejemplares para la reproducción es menor. De hecho, un toro es suficiente para cubrir varias vacas. La preselección tiene lugar desde el destete, con la calificación de Promesa. Criados en condiciones idénticas (en espacios conocidos como «estaciones») para una mejor comparación, posteriormente pueden obtener el título de Reproductor joven si cumplen con los criterios exigidos. Los mejores recibirán la calificación de Reproductor reconocido o de Reproductor recomendado.
Una raza dinámica con presencia mundial
Las cunas de la limusina son los departamentos franceses de Corrèze, Lot y Creuse. No obstante, la raza está presente en unos 80 departamentos del país. Después de la charolesa, es la segunda raza lactante más importante en cuanto al número de ejemplares. La limusina también se ha exportado al extranjero tras la creación de su libro genealógico, con una expansión considerable durante la década de 1960. Hoy en día, puede encontrarse en más de 70 países de todo el mundo, con la función principal de mejorar las especies locales. Se trata, precisamente, de la raza bovina más exportada de Francia.